Donde hoy se asienta el barrio de La Boca, que debe su nombre al encuentro de las bocas del Riachuelo cuyas aguas desembocan en el Río de la Plata, era una zona hostil, pantanosa, desolada y con periódicas inundaciones. A fines del siglo XIX comenzó a instalarse allí una pujante y creciente comunidad italiana con preponderancia de origen genovés que, poco a poco, fue dándole vida y personalidad al barrio. A cien años de esa inmigración fundante que le dio su impronta histórica tan característica (arquitectura, costumbres, gastronomía, colores y futbol), la Municipalidad ha catalogado gran parte del barrio como “área de protección histórica”. Con el tiempo se fueron incorporando otros grupos de inmigrantes producto de procesos de urbanización típicos de nuestra región latinoamericana. Esta se ha producido principalmente por la migración rural o semirural regionales hacia los centros urbanos y sus periferias. Esta característica de la explosión urbana latinoamericana ha generado en los conglomerados urbanos, una diversidad a modo de mosaico de todas las regiones que fueron perdiendo sus capacidades productivas y gran parte de su capital humano. Nuestras ciudades en continuo crecimiento y transformación pueden usar los patrones de crecimiento urbano forzados por la emergencia socio-ambiental para proyectar su desarrollo con programas de acción que aseguren su espacialidad, su expansión ordenada, rentable, equitativa y sostenible, lo que lleva a una mejor capacidad de recuperación y resiliencia urbana. La construcción de resiliencia se da en este proceso de producción del hábitat social por autogestión que incluyen jornadas de concientización de riesgos de desastres, confección de mapas de riesgos, gestión de créditos y subsidios, jornadas en colegios de la comunidad para promoción de la reducción de riesgos y el cambio climático; jornadas de capacitación en salud familiar, violencia de género y adicciones. Las organizaciones de vivienda social que están ejecutando estas obras con asistencia técnica cumplen con un perfil de eficiente organización para autogestionar las complejísimas variables sociales, técnicas, financieras y legales que conllevan a la concreción de los derechos de vivienda digna, derecho a la ciudad, a la cultura y a la salud psico-física-ambiental y social. Memoria de autor
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